Hace tiempo que me costaba caminar ligera por la calle, debo reconocer que en esencia mi vida marcha; nunca he sido la persona más optimista del mundo, adolesco de nostalgia...
Hace un par de semanas, entre los miles de papeles que guardo por todas partes, apareció un sobre manila con una fotografía; fue tomada en el Estado de Zacatecas por Jesús Caballero, profesor con el que tuve la fortuna de trabajar hace casi diez años, cuando viajaba aplicando exámenes para la Secretaría de Educación Pública.
Me regaló la foto porque me enamoré de ella, cuando la encontré nuevamente, después de tenerla tanto tiempo guardada (no sé por qué nunca he terminado de enmarcarla), no pude sino pensar que es una foto de mi esencia, esa hora de la tarde-noche me refleja, me gusta la penumbra y las sombras del paisaje.
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