Justo cuando me encuentro con días en donde los problemillas editoriales se multiplican por doquier y parece que no es posible darle salida a un libro, vuelvo a preguntarme por qué soy editora.
Hoy encontré una de las mil quinientas razones para ello, en una caricatura de Sergio Aragonés; o bien, una de las tresmil seiscientas razones para no ser astronauta:
¿A alguno le resulta conocido este evento?, muchos saben que si a alguien le puede suceder esto, es a mí...
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