Variaciones de una ciudad

Pero (aunque suene mal) / daría la vida
por diez lugares suyos,
[...]
una ciudad deshecha, / gris, monstruosa...

-José Emilio Pacheco-

Hace días que pienso este post, me he alejado de las discusiones políticas porque considero que el discurso de nuestros gobernantes es pobre, el circo que han armado alrededor de nuestras vidas me parece deplorable. Creo que soy una tanta de las personas desencantadas en este país.

Sin embargo, hace unos días tuve, por vez primera, una sensación de rabia e impotencia; he vivido toda mi vida en el DF (técnicamente ahora habito en el Edo. de México, pero sólo técnicamente), y conozco su fisonomía; sé de gente, tráfico, contaminación y asaltos, yo misma he padecido algunos a bordo de microbuses y sufrí el saqueo de uno de mis departamentos hace algunos años; pero la violencia va en aumento.

No es un hecho aislado, es cierto, pero empieza a rayar en los límites de lo creíble: una de mis autoras fue baleada en un intento de robo de su auto; ahora una joven mujer que logró salvar su vida después de un tiro a quemarropa que le perforó un pulmón, no sabe si podrá caminar nuevamente o no...

Hoy escribo esto, conducida por un fragmento que encontré de José Emilio Pacheco, escrito en 1978:

Hasta hace poco me despertaba un rumor de pájaros. Hoy he descubierto que ya no están. Han acabado estas señales de vida. Sin ellos todo parece más lúgubre. Me pregunto si los ha matado el estruendo, la contaminación o el hambre de los habitantes. O tal vez los pájaros comprendieron que la ciudad de México se muere y levantaron el vuelo antes de nuestra ruina final.

¿Será que nuestra Ciudad murió y aún no nos hemos dado cuenta?, ¿estaremos en proceso de descomposión?, personalmente prefiero la incineración a seguir viendo cómo los gusanos acaban con cada una de nuestras fibras sensibles...