marzo 11, 2009

Versiones

La muerte es esa pequeña jarra, con flores pintadas a mano, que hay en todas las casas y que uno jamás se detiene a ver.
La muerte es ese pequeño animal que ha cruzado en el patio, y del que nos consuela la ilusión, sentida como un soplo, de que es sólo el gato de la casa, el gato de costumbre, el gato que ha cruzado y al que ya no volveremos a ver.
La muerte es ese amigo que aparece en las fotografías de la familia, discretamente a un lado, y al que nadie acertó nunca a reconocer.
La muerte, en fin, es esa mancha en el muro que una tarde hemos mirado, sin saberlo, con un poco de terror.

-Eliseo Diego-

3 comentarios:

Gabriel Bevilaqua dijo...

Excelente texto. Y es así. Pero la muerte siempre exalta el valor de la vida, su dimensión.

Saludos.

MauVenom dijo...

La muerte querida Aus, ha sido para mí todo eso que se describe tan hábilmente en tu post.

y me acostumbro y desacostumbro a ella todos los días

y un día me es algo tan sereno como otro esa imagen que contemplo con un poco de terror.

Es cierto.

Besos. Tienes muy buen gusto para escoger tus textos.

aus dijo...

Gabriel, así es y a veces olvidamos eso, para centrarnos en lo terrible que nos parece.

Mau, gracias por lo del gusto, alguna ventaja en conocer un amplio abanico de escritores, también tengo mis malos ratos, no creas. Y sí, a veces uno camina de su mano tan a gusto y a veces no sabemos cómo sacudírnosla.

Agradezco la presencia de ambos por estos lugares.