abril 04, 2006

murmullo entre la gente















Contemplo las imágenes de rostos asombrados y divertidos de los caminantes con prisa: pasillos, escaleras, entradas, salidas... el metro vuelto fiesta, revuelo de dulces palabras, de silencios y sonidos armónicos que emergen de seres peculiares.

Vestidos de gala, con su porte gallardo, Les Souffleurs dieron vida a la poesía. En pago, ojos asombrados, sonrisas y uno que otro espontáneo que se lanzó al ruedo, trayendo algunos versos a su memoria y a su voz.

Mientras tanto, yo sólo me contento con mirar las páginas de los periódicos y, por sólo esta vez, envidio a los usuarios del metro... Si alguno va, si alguien se topa con ellos, aun por accidente, no deje de contarnos.

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