marzo 14, 2006

Fantasmas

Es terrible intentar reflejarse en una mirada que antes fue nuestra y encontrar vacío, tengo la manía de enamorarme de las miradas brillantes, profundas, intensas… Me guío por miradas, construyo mundos con ellas y las apuntalo con palabras.

Hoy lo tuve frente a mí unos minutos, sentí su búsqueda, sentí mi vacío al mirarlo y empezaron las preguntas. ¿Por qué?, ¿cuándo?, ¿cómo es posible que alguien que fue parte esencial de mi vida, mi amor, mi compañero, no sea capaz de transmitirme nada?

No hay enojo, rencor, cariño o nostalgia, ni siquiera el desencanto que me provocaba hace algunos meses; finalmente se fue, se perdió lo que fue, lo que fui… lo que fuimos.

Hoy recordé detalles, cartas, poemas, camas, cuerpos, ese nosotros a pesar de todo; hoy me dio un poco de tristeza darme cuenta que ya no es nada en mi vida; sólo queda una memoria lejana, que intenta despertar con su cercanía y queda extraviada en la frialdad de un comprometido beso de despedida.

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