Ahí va el amor
Dentro de mi vida
va el amor haciendo flautas
con los huesos de sus víctimas
y anda lija que te lija,
anda toca que te toca
música de viento para dos.
Amantes y verdugos,
tiernos y dementes,
ya sabemos dónde gusta,
ya sabemos dónde duele, pero amar
no es más placer, ni menos dolor,
sólo música de viento para dos.
Habrá quien viva fatal
su tono gris de nubarrón,
pero hay quien muere feliz
por el color de su tonada.
Ahí va el amor haciendo flautas
con los huesos de sus víctimas,
anda y anda, lija que te lija,
luego toca que te toca
música de viento pura,
música de viento viva,
música de viento para dos.
Ven amor encanto,
ven y llévame al encuentro
con los hígados humanos,
para dar razón al beso
de los cuerpos que, abrazados,
piden música de viento para dos.
Juega con mi vida,
amor rompecabezas,
multiplica sin medida
tu veneno y tu belleza
ay amor, ay placer, ay dolor…
música de viento para dos.
A veces vivo fatal
su tono gris de nubarrón
y a veces muero feliz
por el color de su tonada.
Ahí va el amor haciendo flautas
con los huesos de sus víctimas,
anda y anda, lija que te lija,
luego toca que te toca
música de viento pura,
música de viento viva,
música de viento para dos.
octubre 20, 2005
Música de viento para dos
Conocí esta canción en aquella reunión en el Tren, acababa de surgir, en fin, una primicia. Ahora, después de tres años, la encuentro grabada finalmente en el nuevo disco de Xua Lavaniegos, mutó su nombre, pero no el efecto que causó en aquel entonces:
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