agosto 09, 2005

Encuentro

La soledad no se encuentra, se hace. La soledad se hace sola. Yo la hice. [...] Sucedió así. Estaba sola en casa. Me encerré en ella, también tenía miedo, claro. Y luego la amé. La casa, esta casa, se convirtió en la casa de la escritura. [...] He necesitado veinte años para escribir lo que acabo de decir.

Marguerite Duras


Creo que un tema recurrente en los blogs es justo el de la soledad; me llama la atención el gran temor que causa enfrentarse a sí mismo. Esto me ha llevado a pensar en mí, en mi capacidad para la soledad y en la exploración de la compañía...

Fabriqué mi soledad no para escribir como Marguerite Duras, peró sí para ser; amé cada uno de mis departamentos y hoy amo mi casa. Claro, no niego que en los enfrentamientos conmigo misma, a veces he perdido la partida; en ocasiones me miro al espejo y no me gusto del todo, pero hay que seguir intentando.

Cuando uno se empeña en crear su soledad, el proceso de encuentro con el otro es todo un aprendizaje. Hay que empezar por lo básico: compartir espacios y tiempos; por supuesto, compartirse uno mismo, romper los largos silencios, dotar de voz a los pensamientos y a los momentos, resulta todo un reto.

En mi loco transitar por la cotidianidad, en mi tenaz carrera egoista por pertenecerme por completo, celebro el encuentro de este tiempo y por eso lo nombro...

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